Moretto Veneciano
Blackamoor. French School
Del arte orfebre veneciano existen referencias desde los siglos IX y X. En los archivos históricos de la época se mencionan algunas corporaciones que ejercían la orfebrería, éstas se agrupaban en una organización conocida como “La Scuola”.
La estructura de la Scuola garantizaba un sistema de aprendizaje adecuado para quien deseaba emprender el oficio en la bottega o taller, un lugar idóneo para la proyección artística profesional y donde se aprendía el desafío que supone convertir la materia en arte.
Cuando la bottega admitía un nuevo operario, éste debía formarse a lo largo de 4 años como aprendiz, después, eran necesarios otros dos años como trabajador, durante los cuales podía intervenir en labores de taller y se preparaba para afrontar la “prueba de arte”, un examen que consistía en crear una pieza donde se demostraban las cualidades técnicas y artísticas. Si el tribunal consideraba que la prueba había
sido superada, se le otorgaba el título de “capomastro”, grado que permitía abrir un taller de forma independiente.
El Gremio de Orfebres Veneciano se regía por unas normas muy estrictas que se redactaron en 1.233 en un manuscrito llamado “La Mariegola”, un documento en el que se precisan las reglas que debían acatar todos los orfebres de la ciudad como depositarios de una tradición secular.
La Mariegola se dictó con el propósito de salvaguardar los derechos, deberes, y categoría social de la Scuola.
Durante los siglos XV y XVI, Venecia fue el centro del comercio mundial. Una ciudad abierta a las culturas, con espíritu ecléctico y cosmopolita, fascinada por lo oriental.
El arte de la orfebrería se desarrolló en un ambiente cargado de estímulos, los artesanos fusionaron los nuevos descubrimientos con las antiguas tradiciones, circunstancia que potenció la fantasía creativa, dando como resultado joyas bellísimas y singulares.
En el año 1.700 la ciudad contaba con una cantidad considerable de “Oresi Zogielieri” (orfebres joyeros), sus talleres se concentraban en la Ruga dei Oresi, junto al Rialto, un centro orfebre donde se creaban joyas demandadas en toda Europa por su refinamiento.
Nardi
Ébano, plata, oro amarillo y crisoberilos cabuchón
Los orígenes de estas figuras se remontan a los tiempos en que los piratas sarracenos acechaban las costas de Dalmacia.
Durante los siglos de la invasión turca, los marinos de los pueblos del litoral llevaban un pendiente con la figura de un moro; en caso de naufragio pagaban con el pendiente el viaje de regreso a casa, o los donaban a las iglesias para agradecer haber escapado del peligro.
En la zona de Fiume e Istria se elaboraban pendientes de oro y esmalte con cabezas de turco que servían de talismán y simbolizaban la bravura en el combate contra los turcos. Cuando el dominio de Venecia se consolidó en el Adriático, el uso del pendiente se perdió y la inspiración de los orfebres dio lugar a otras variaciones.
Los Moretti son testigo de los tiempos de esplendor, figuras típicas de la orfebrería local que profundiza en las raíces del pasado. El trabajo de estos broches refleja influencias orientales y bizantinas, además se integran motivos del gótico veneciano, y todo ello se reinterpreta dentro del estilo barroco… son tan eclécticos como Venecia!
En los broches se engarzan cabezas de ébano, ónix o coral negro y carey en las más antiguas. Los petos se adornan con filigrana, calados, cincelados, esmaltes y piedras preciosas.
Curiosamente no fue un veneciano quien haría famoso el Moretto en todo el mundo.
Giulio Nardi, un orfebre florentino, se enamoró de Giuseppina en uno de sus viajes a Venecia, así decidió establecerse en la ciudad. En 1.920 abrió su joyería en la Plaza San Marcos .
El primer Moretto que realizó Nardi fue un regalo para su prometida, y estaba inspirado en el Otelo de Shakespeare.
El broche fue un éxito en la alta sociedad y pronto se convirtió en un regalo de boda clásico entre los novios venecianos.
Los privilegiados viajantes que llegaban a Venecia, admiraban en las vitrinas de Nardi el exotismo y originalidad de los Moretti, muchos personajes relevantes adquirieron las célebres figuras y con ellas, una parte de la historia veneciana.
Cabeza de ébano con peto de diamantes y esmeraldas engastadas a modo de estrella sobre oro rosa. 1940
Nardi
La casa Nardi sigue exhibiendo sus Moretti en las vitrinas de la plaza. Hoy, el negocio está dirigido por Alberto Nardi, nieto del fundador.
Los Moretti de alta joyería están realizados artesanalmente, cada cabeza se esculpe de manera diferente y los petos se realizan manualmente, por eso no encontrarás nunca dos iguales.
Moretto realizado por orfebres venecianos.
En el reverso se distingue el león, símbolo de Venecia.
Pennisi
“Ventana a Venecia”
Oro, esmalte y rubíes
El busto consta de pequeñas bisagras que abren dos solapas .
Nardi
Cabeza de ónix, plata y oro, coral y rubíes
Cabeza de ébano, plata y oro, zafiros, y perlas
Cabeza de ébano, plata y oro, turquesa y diamantes
Nardi 1.960
Cartier 1.950. Esmeraldas, coral, y diamantes
Cartier 1.950. Cabeza de coral negro, leopardo de oro y motas de esmalte con ojos de esmeraldas y pendiente de turquesa y diamantes.
Sotheby’s Ginebra
Ónix, perlas barrocas, esmeraldas, zafiros, rubíes y diamantes
Fulco di Verdura
Vergombello
Ébano, rubíes y diamantes
Roberto Vergombello y su hija Marta, trabajan en un pequeño taller escondido del turismo entre las calles de Venecia, su producción es casi exclusiva para el público veneciano y ofrecen piezas artesanales con acabados magníficos.
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